Haz clic en la imagen para ampliarla
Fecha de edición: 14/09/2020
TODAS LAS PROMESAS QUE ROMPIMOS
Cuando tu mejor amiga se casa y tú sigues soltera, te agarras una buena cogorza. Si no, no es la boda de tu mejor amiga. Punto. Eso sí, lo de acabar intimando a lo loco con él no estaba previsto. En mi defensa, debo decir que asistí a la boda sin la supervisión de un adulto, lo mínimo que necesito para no liarla parda cuando hay barra libre y un soltero apetecible en la zona. ¿En qué momento me pareció que aquello era una buena idea? Al final, iba a pagar caro el no ceñirme al plan original de emborracharme. Nada salió como había esperado, a pesar de que aquella noche fue mágica. Pero lo que son las cosas: aunque nos habíamos prometido distancia, el maldito (o bendito) destino hizo que no tuviéramos más remedio que volver a colisionar.
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.