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TARDES DE TEATRO
Hubo un tiempo en que el teatro lírico era un espectáculo mayoritario y formaba parte de la vida cotidiana de muchas familias en las ciudades europeas. En España, durante el siglo XIX, los escenarios se llenaban de cantantes que daban a conocer al público lo último de la ópera italiana y de las nuevas zarzuelas. Granada no fue una excepción: la importancia de lo musical en su teatro se fue incrementado gradualmente desde la aparición de la tonadilla en la segunda mitad del XVIII hasta alcanzar su cénit a mediados del XIX con la llegada de los melodramas de Verdi y el éxito de la zarzuela grande. De aquella forma de entender el teatro musical, incluso de entender la vida, no ha quedado recuerdo en las generaciones del presente, como tampoco ha quedado nada de los edificios que albergaron el que fuera entonces el evento social por antonomasia de la ciudad. Son esos años de plenitud del teatro lírico –los cien que van desde 1770 a 1870– los que abordará este libro en el que títulos, compositores, libretistas, cantantes, bailarines, actores, músicos de la orquesta, teatros, escenógrafos, empresarios y prensa, así como el público y la propia ciudad de Granada, se van a convertir en los protagonistas de su narración coral.