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Fecha de edición: 19/03/2019
RUGIDO DE LEÓN
Yo creía que eso no les pasaba a los niños. Sin embargo, un día, de buenas a primeras, la perdí. La busqué por todas partes: en la mochila, en el armario de las ceras de colores, en la caja de los balones… Nada. ¡Mi voz había desaparecido! Solo, ante los insultos y abusos de sus compañeros, Leo necesitará un amigo de verdad para encontrar su coraje y aprender a defenderse.
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