Haz clic en la imagen para ampliarla
Fecha de edición: 26/10/2022
MORIR POR LAS IDEAS
La filosofía no debe ser una rutina académica, sino un arte de vivir, y todo arte de vivir comporta un arte de morir.
Según Costica Bradatan, la filosofía no debe ser una rutina académica, sino un arte de vivir, y todo arte de vivir comporta un arte de morir. El autor repasa en este libro pionero las circunstancias de una galería de personajes (Sócrates, Hipatia, Tomás Moro, Giordano Bruno y Jan Patočka) que murieron por defender sus ideas en un momento decisivo. A algunos se los juzgó y condenó por no aceptar las reglas del poder establecido. Otros murieron dilapidados por la multitud enfurecida (Hipatia) o a raíz de los interrogatorios de la policía (Patočka). Bradatan repasa asimismo a algunos pensadores (Montaigne, Heidegger, Simone Weil) que reflexionaron sobre la muerte y la condición humana. Por otro lado, no es lo mismo morir por una idea filosófica que morir por una causa religiosa, lo que nos obliga a observar a los mártires cristianos y a los terroristas suicidas. Además, el mártir está condicionado por su vocación y su muerte acaba siendo tanto una consecuencia de sus ideas como una puesta en escena de su propia posteridad. Bradatan insinúa el aspecto teatral por todas partes, y la sección final de este ensayo no tiene desperdicio, porque ¿qué hay detrás de la decisión de defender las propias ideas hasta la muerte? ¿Es valentía, honradez, lavado de cerebro, locura o simple ambición?
El contacto de seguridad todavía no está disponible. Si necesitan esta información solicítenla mediante este enlace
Este artículo no tiene advertencias de seguridad. Si tienen alguna duda al respecto consulten al contacto de seguridad.