Metanoia -originalmente, del griego, “transformación espiritual”- es para mí el eterno camino a través de una lucha extenuante contra la invisibilización y banalización de las enfermedades mentales, desde la depresión, hasta el trastorno límite de la personalidad, pasando por la ansiedad y los trastornos alimenticios. Se trata de mi propio viaje, mi propio ciclo vital, padeciendo todos y cada uno de estos monstruos. Fríos, grotescos y sangrientos, claman a voces un pequeño fragmento de humanidad que, derramado con sangre y tinta entre estas líneas, recogen en un tomo la realidad de mi metanoia personal. O, en otras palabras, mi propia transformación espiritual. Metanoia es un libro de huesos y versos, de sangre y secretos, de dolores perversos, que, sin duda, dejarán un sabor metálico y un deje poético en los labios del lector.