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LAS DOS ADELAIDAS
«En los últimos meses sus hijas fuimos una pérdida en su memoria. Sus dos hijas se llamaron Adelaida». Tras el inicio de la enfermedad, la hija pequeña, recién emancipada, regresa a casa. La novela arranca con los recuerdos de esa hija, el diario y las fotografías de la madre. Los escritos sirven para descubrir la vida de las mujeres de las generaciones anteriores, su falta de libertad personal, su amoldamiento a las costumbres que imperaron durante tantos años y el rigor con el que fueron sometidas a los dictados masculinos. La vida cotidiana, con la luz del Mediterráneo, el sentido del humor y la música siempre de fondo, gira alrededor de la progresiva pérdida de la memoria de una mujer vital que inculcó a sus hijas la ventaja de ser independiente y el significado de convertirnos en madres de nuestras madres al final de sus vidas, cuando ellas van perdiendo su personalidad y su capacidad de movimiento. Cuando la vida de las hijas queda supeditada a la enfermedad y a su cuidado. Cuando, tras su desaparición, solo nos quedan los recuerdos.